Un trasplante es mucho más que unas constantes vitales (Salud y deporte)


Todos sabemos que el deporte es salud y que una de las mejores maneras de mantener el cuerpo en buen estado es realizar ejercicio físico regular y mantener una alimentación equilibrada. Pero también podemos verlo desde la perspectiva opuesta: la capacidad de poder llevar a cabo una actividad física implica en cierta medida salud.


No quiero decir con esto que una persona enferma no pueda hacer deporte, hay muchos enfermos crónicos que realizan actividades deportivas incluso profesionalmente; pero es evidente que el estado de salud marca significativamente nuestra capacidad física. 
Yo casi toda mi infancia estuve exenta por orden del médico de participar en la clase de gimnasia  y poco antes de entrar en hemodiálisis mi cuerpo tenía tan poca energía que no podía ni subir una escalera. Ahora intento hacer ejercicio todos los días y casi cada fin de semana realizo una marcha por el campo de unos 10 o 12 km. A mi memoria viene el verano tras mi trasplante y mi primera excursión a la montaña, a la sierra de Madrid. La última vez que había estado allí los calambres en las piernas provocados por la insuficiencia renal eran constantes y el dolor desesperante, pero aquel verano subí al pico Peñalara con tantas ansias que mis padres  decían de broma que me habían puesto junto con el riñón un cohete.

El ejercicio es una manera de cuidarme, pero también una prueba de lo que el trasplante ha significado para mí. Mi nuevo riñón me ha permitido vivir de una manera lo más normalizada posible, no solo me ha devuelto la salud sino que me ha permitido hacer cosas que antes no podía o me costaban mucho.

Siempre he pensado que la mejor manera de concienciar a la gente sobre la donación es que vean que detrás de cada órgano donado hay una persona real de carne y hueso cuya vida ha cambiado para siempre.

Los juegos mundiales para trasplantados son una clara muestra de lo que quiero decir. En estos juegos participan personas de todo el mundo que llevan al menos un año trasplantados de corazón, hígado, riñón, páncreas, pulmón o médula. Ellos son la mejor prueba de que donar es mucho más que regalar unas constantes vitales; donar es regalar salud, ilusión, sueños de futuro, ganas de afrontar retos... es regalar una vida plena.  

Este año tendrá lugar su edición número 21 en la ciudad de Málaga en España. Iniciativas como estas me parecen una forma extraordinaria de mostrar al mundo lo que hay detrás de cada "Sí a la donación" porque, como dije, creo que la mejor manera de concienciar a la gente es ir más allá de ese quirófano en el que se realiza el trasplante y mostrar cómo es la vida después. 
Y para los que somos trasplantados, tratar de vivir la vida plenamente y con ilusión es la mejor manera de dar las gracias a los donantes.


Foto: Skitterphoto 

Quizás te interesen estos post:

Comentarios

  1. Para mucha gente los transplantados son el momento-enfermísimo y el momento-quirófano. No ven más allá de eso. Los tratamientos necesarios pero también la nueva vida que viene después nos la hacen llegar gente como tú con tu blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá sirva para concienciar a mucha más gente sobre el valor de la donación.

      Eliminar