10 consejos para viajar al extranjero si padeces una enfermedad crónica

Se acercan las vacaciones y seguro que ya llevas tiempo haciendo planes de cómo vas a pasarlas. Lo importante es disfrutar, cada uno a su estilo y según sus posibilidades. Pero si lo que planeas es viajar no debes olvidar que los problemas de salud también viajan contigo.
¡Ojalá las enfermedades se quedaran en casa! :-) Pero como eso no va a ocurrir, lo mejor es planificar bien para que lo que tiene que ser un periodo de relax no se convierta en una pesadilla.

Tengo que admitir que yo aprendí esto un poco por las malas.

 

Un año después de mi trasplante viajé a Berlín, iba a pasar allí 20 días con la familia de mi madre. Mientras esperaba a que la cinta transportadora del aeropuerto me devolviera la maleta se me iba poniendo el rostro cada vez más pálido... hasta que la cinta empezó a girar vacía y yo era la única persona allí de pie esperando, sin querer creerme lo que estaba pasando. Me habían perdido la maleta ¡con toda la medicación! Por suerte en el bolso tenía pastillas para tres días, aún así el susto fue de los que no se olvidan. Dejar de tomar la medicación antirechazo es algo que no se debe hacer nunca, bajo ningún concepto. Afortunadamente mi tío habló con la compañía aérea que se comprometió a encontrar mis maletas antes de dos días y de no lograrlo a traerme nueva medicación. Las encontraron y todo se quedó en un susto, pero no sé que habría hecho de no tener a alguien que conociera el idioma. Supongo que recurrir al consulado que para eso están, pero menudo lío. Aquello me sirvió para aprender una cosa: hay que prever los imprevistos (aunque suene contradictorio) porque cuando se trata de salud mejor improvisar lo menos posible.

Voy a daros algunos consejos en base a lo que yo hago, pero son bien venidas todas las aportaciones que queráis hacer en los comentarios.

1. El primer consejo está relacionado con la anécdota que acabo de contar. Yo siempre que viajo llevo la medicación por duplicado, por un lado en la maleta y por otro en el bolso de mano. Así tanto si me pierden el equipaje como si me roban el bolso, siempre tengo pastillas para todo el viaje. Como suele decirse, no hay que poner todos los huevos en la misma cesta. Sí, sé que eso pueden ser muuuuchas pastillas. Yo tomo 11 diarias, así que para un viaje de 24 días como el que me dispongo a hacer este verano necesitaré 528 pastillas. Es como viajar con una farmacia, pero creedme es mejor que verse metido en el lío de tener que conseguir medicación nueva en un país extranjero.

2. El segundo consejo viene a raíz del anterior. Viajar con una "farmacia" a cuestas puede ser problemático, especialmente si tienes que atravesar fronteras o pasar aduanas. Y no nos gustaría que nos confiscasen los fármacos. Por eso, antes de salir de viaje pídele a tu médico que te haga un informe en el que explique de forma breve tu problema de salud y enumere todos los medicamentos que tomas, también debe incluir su nombre, un teléfono de contacto y, por supuesto, su firma. Si puedes conseguir este documento en inglés mejor todavía. Este papel es básico por dos motivos, por un lado pasar la frontera sin problemas y por otro tener un informe actualizado en caso de que tengas que visitar un hospital durante tu estancia fuera. Yo te recomiendo que lo fotocopies y además de llevar en tu bolso o cartera el original, metas la copia junto a las medicinas en la maleta, por si te la abren los de aduanas cuando tú no estás delante. 

3. También es aconsejable llevar los prospectos de cada medicamento y las pastillas sin sacar de su embase de plástico (aunque quites las cajas de cartón para que no acupen media maleta) Esto tiene también dos funciones. Primero que en la aduana no tengan dudas de que lo que llevas se corresponde con lo que dice el informe médico que tienes recetado y segundo que si tienes que acudir a un médico este pueda saber qué es exactamente lo que tomas. Ten en cuenta que las mismas medicinas se comercializan con nombres muy distintos en cada país y el especialista no tiene porqué conocerlos, pero la composición que figura en el prospecto le sacará de toda duda.

4. Otro trámite imprescindible es asegurarse la atención médica cuando uno está fuera. Si vas a viajar dentro de la comunidad europea solicita la tarjeta sanitaria europea. Pinchando aquí aparecerás en la página del ministerio donde informarte o solicitarla. Y si planeas ir a un país donde no hay convenio sanitario, mi consejo es que te hagas un seguro privado. Los costos sanitarios pueden salir muy caros en ciertos países, como por ejemplo Estados Unidos. Prácticamente todas las aseguradoras ofrecen este tipo de servicios, pero recuerda leer antes el contrato pues las condiciones son muy diferentes, desde seguros que ofrecen reembolso completo de los gastos, hasta otros que cubren solo hasta un tope o funcionan con franquicia. 

5. Como nadie está libre de sufrir un accidente, es conveniente que en tu cartera, en una zona fácilmente visible, metas una nota con los teléfonos de tu hospital y/o médico y algún familiar de contacto. 
Yo llevo una tarjeta en la que pone además "trasplante renal" en español, alemán e inglés, por detrás está escrita la medicación que tomo y en una esquina le pinté una cruz roja para que  rápidamente el personal de emergencias la identifique con el tema sanitario.

6. Si vas a viajar a países que requieran una vacunación previa infórmate al menos tres meses antes ya que en algunos casos pueden ser necesarias varias dosis o que transcurra determinado periodo de tiempo para que la inmunización sea efectiva. En este aspecto no tengo experiencia pues yo no viajo a estos lugares. Si eres trasplantado o por algún otro motivo tomas medicación inmunosupresora debes tener en cuenta que a nosotros las vacunas no suelen hacernos efecto, con lo cual podría ocurrir que pese a vacunarte no estuvieras protegido. En cualquier caso nunca te pongas una vacuna sin consultarlo antes con tu médico.

7. Cuando viajes en avión, sobre todo en trayectos largos, recuerda que estar mucho tiempo sentado dificulta la circulación de la sangre. De vez en cuando levántate para estirar las piernas y hacer algunos ejercicios de flexión y extensión, así evitarás que se puedan formar trombos. También es conveniente (y mucho más cómodo) no llevar ropa muy ajustada.

8. Si lo tuyo es viajar por carretera, para a descansar cada dos horas y si es posible cambia de conductor. Mi marido y yo nos turnamos cada hora y media, así el trayecto se hace mucho más ligero y ambos podemos disfrutar del paisaje. Si vas con niños recuerda que ellos también deben salir del coche para moverse y jugar un rato. Y no olvides hidratarte bien.

9. Ten cuidado con los sitios donde comes. Para eso no hay una regla, es cuestión de sentido común. Si el sitio no te ofrece garantías de salubridad mejor pasar de él por tentadora que pueda ser la oferta. El agua de beber mejor si es embotellada y en algunos países incluso para asearse (yo no tengo experiencia con estas zonas)

10. Por último conviene llevar el teléfono de la embajada española del país donde vayas a estar y el telefono de emergencias. Si te ves ante una urgencia mejor no tener que ponerte a buscarlos allí. Por ejemplo, el de la Unión Europea es el 112 y el de Estados Unidos el 911. Recuerda que puedes llamar a emergencias:

•  Aunque no tengas saldo. 
• Aunque no tengas cobertura (quizás no puedas hablar, pero ellos podrán localizarte)
• Aunque no te quede batería (los móviles tienen una reserva para eso)
• Aunque el movil esté bloqueado.

Y después de estos consejos solo me queda desearte:

¡Feliz viaje!

Fotos tomadas en Noruega

Si te gusta viajar no te pierdas mi blog: Mochila y GPS. Crónicas de una viajera crónica.