Reflexiones tras 100 días de blog

El blog cumple 100 días. Un buen momento para hacer un pequeño balance. 


Cuando empecé leí que la mayoría de los blogs no pasan de los tres meses porque la gente se desanima por la baja cantidad de visitas. Y debo reconocer que es cierto que a veces es un poco desalentador ver que artículos que te han llevado varios días de investigación y trabajo solo son vistos por 40 o 50 personas. Otros, sin embargo,  te sorprenden gratamente y uno se siente feliz de ver como la gente se toma el tiempo de comentarlos, de pulsar "me gusta" o, lo que es más gratificante, de compartirlos.  La mayoría de las veces no son los post que más trabajo me han llevado sino los más personales; supongo que es lógico, la red ya está llena de informaciones especializadas mucho mejores y más amplias. Lo que la gente quiere oír es la experiencia de los otros, quizás por sentirse identificados, quizás para coger un poquito de fuerzas para su lucha personal. Imagino que un poco de las dos cosas.

Escribir este blog me está resultando una actividad muy satisfactoria, pero también está suponiéndome bastante trabajo, bastante más del que imaginé en un principio.  He tenido que leer y ver decenas de tutoriales para aprender a configurar la apariencia a mi gusto, buscar fotos libres de derechos de autor, conseguir que el contenido se hiciera visible en los buscadores, un largo etcétera de temas técnicos. Y por supuesto, la parte más importante de un blog: los temas de los que escribir. Pensar qué quería yo decir, de qué me apetecía hablaros, pero a la vez que os interesase también a vosotros. Y después escribirlo y corregir una y otra vez lo escrito.  

Vuestro artículo favorito ha sido leído hasta el momento por 600 personas, supongo que no es para tirar cohetes, pero creo que para un blog que tiene 100 días tampoco está mal. Lo que más me gusta es que se trate de un post que habla sobre el optimismo. Escuchar a una sola persona decir que tu texto le ha servido positivamente es la mejor recompensa que alguien puede recibir cuando se toma tiempo para escribir algo. Yo llevo muchísimos años, casi 20, dedicada profesionalmente a escribir, he publicado más de 500 artículos sobre educación y desarrollo evolutivo del niño, así como un libro, y jamás en todos estos años he sentido como con este blog que lo que hacía tenía un sentido, que mis palabras llegaban a alguien. Y quiero daros las gracias por ello.

No puedo saber cuán larga será la existencia de este blog, porque  la vida da mucha vueltas y es inútil tratar de adivinar el futuro. Sé que después de estos 100 días de dedicación casi permanente ha llegado el momento de bajar el ritmo, porque he descuidado algunas cosas que también son importantes para mí, como seguir estudiando alemán (soy negada para los idiomas y en cuanto he dejado de estudiar he ido en picado para abajo :( así que es momento de volver a coger los libros y de pasar más tiempo en la biblioteca). Pero sobre todo porque no quiero que lo que hago por pasión termine convirtiéndose en un trabajo rutinario que me pese hacer. 

Eso no significa que este blog vaya a morir tan joven o eso más bien dependerá de vosotros. Yo seguiré poniendo en él todo mi corazón, solo que en vez de publicar tres o cuatro artículos semanales serán solo uno o dos. Espero que eso no haga que dejéis de visitarme. Algunos de vosotros ya sois como amigos (aunque solo nos conozcamos virtualmente) He aprendido muchas cosas de vosotros y os echaría de menos si de pronto desaparecierais.

Creo que lo más bonito que me ha mostrado esta aventura del blog y de introducirme en twitter y facebook es cuánta gente hay deseosa de ayudar a los demás simplemente con una sencilla frase de aliento. Personas que no se conocen entre sí pero que se sienten unidas por sus experiencias vitales y que lejos de autocompadecerse de sus problemas tratan de trasmitir siempre una actitud positiva y de motivar a los demás a seguir adelante. Y qué importantes pueden llegar a ser las simples palabras. Me siento muy afortunada de poder aportar mediante este blog mi pequeño granito de arena; puede que mis artículos no sean siempre alegres, habrá quizás momentos en los que se hable de desesperación y llanto, pero la semilla original siempre estará presente, esa semilla que hizo que vuestro artículo favorito sea "el día que decidí ser optimista"

Aunque a partir de ahora baje el ritmo de publicaciones, seguiré poniendo toda mi ilusión en lo que escriba, por mí y por vosotros que me habéis hecho sentir de nuevo el placer de escribir.

Al inicio de este post os decía que había leído que la mayoría de blogs que empiezan son abandonados antes de tres meses y que realmente ha habido momentos en que me he planteado si el esfuerzo valía la pena. Y ya os he contado muchas razones por las que para mí sí que lo merece. Pero para terminar quiero compartir con vosotros algo que me ocurrió casi al principio y que ha sido sin duda la experiencia más motivadora para seguir adelante con este proyecto.

Cuando este blog aún no había cumplido su primer mes de vida recibí un email privado de una niña de doce años. En su carta me decía que conocía a mucha gente enferma y que nunca había visto a nadie tan optimista como yo, que yo era un ejemplo y que la había ayudado a ver que se puede disfrutar de la vida a pesar de las dificultades. Terminaba diciendo "la admiro mucho de verdad y ahora veo mi vida de otra manera" No hace falta que os diga que los ojos se me llenaron de lágrimas (especialmente al pensar que esa persona tenía la misma edad que mi hijo) y ahora al escribirlo se me vuelven a humedecer de la emoción. 
Inspirar a alguien a intentar ser feliz ¡¿Acaso puede existir mejor recompensa al esfuerzo que esa?!


Comentarios

  1. Felicidades Esther :)
    También pienso que si bien hay que ser "formal" con las publicaciones, tampoco se puede convertir en algo que sea una obligación o una rutina pesada.
    Eso haría que cambiara también parte del mensaje.
    Y lo que importa es otra cosa. Los números, yo siempre lo digo con los míos, a otra gente a lo mejor le parecerán pocos; pero a mí me parece increíble. Y lo más bonito es ver lo que dices, cómo la gente intenta apoyarse entre sí y esos mensajes privados que te tocan el corazón.
    Espero que tengas muchas historias más que contarnos. Un beso

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    1. Gracias. Lo bonito de un blog es que se trata de algo más personal y eso necesita manejar otros tiempos, sino sería una revista digital y no es eso lo que pretendo.
      Por supuesto aún me quedan muchas anecdotas de mi vida como "enferma" crónica que irán saliendo a la luz poco a poco y seguro que vendrán otras nuevas y habrá temas que tal vez no estén relacionados pero me apetezca hablar de ellos. Yo confío en que al blog le queda mucha vida por delante.

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  2. Tanto tu blog como otros maravillosos que leo asiduamente ayudan mucho a salir adelante a los demás. Es un lujo encontrar a gente tan valiente y sentir toda su fuerza. Me reconozco en muchas de las cosas que leo y me hacen sentir mejor.
    Te sigo en twitter pero hasta ahora no me había hecho seguidora del blog. Ya tienes una más. Y aunque escribas menos siempre será una alegría recibir tus palabras. Buen día!

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    1. Bienvenida al blog Marian, es un placer tenerte por aquí.

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