Desmontando mitos sobre la donación y los trasplantes.



Hace 20 años las cosas ya estaban cambiando en España en
cuanto al tema de la donación de órganos y la gente estaba bastante concienciada. A pesar de ello, al hacer una campaña a favor de la donación en la universidad, vi que existían ciertas reticencias.  Pero lo que realmente me sorprende es que los argumentos entre la gente que rechaza la donación hoy en día, sigan siendo los mismos que me encontré yo hace dos décadas.


En España la tasa de rechazos de los últimos años se mantiene por debajo del 16%, aunque la cifra no es muy alta, esto supone que entre el 2009 y el 2013 se perdieron 1606 donantes. La ONT calcula que esto equivale aproximadamente a 3900 órganos, estimando que entre el 80 y el 82 % de las personas pueden donar una media de tres órganos. Fuera de nuestro país estas cifras se disparan hacia arriba, desgraciadamente.

Es muy triste pensar que al mismo tiempo que hay gente diciendo que no a la donación, otras personas mueren cada día esperando una oportunidad de vivir. 

Así que vamos allá, a intentar desmontar los principales motivos por los que muchas personas siguen diciendo que no a la donación.

Si me hago donante no se esforzarán en salvarme la vida en el hospital.

A mí personalmente este argumento me parece de lo más rocambolesco, pensar que los médicos no harán bien su trabajo y dejarán morir a alguien para luego salvar a otro. Pero como esto es cuestión de opiniones voy a intentar analizarlo desde un punto de vista lógico.
1. Los médicos están para salvar vidas y siempre tratarán de salvar a quién estén atendiendo en ese momento. Lo contrario sería mala praxis y no vamos a dar por hecho que los médicos actuarán mal a sabiendas.
2. Los servicios de emergencia que atienden a la persona cuya vida está en juego no son los mismos que se encargan del proceso de donación o de los que realizan el trasplante. Qué sentido tendría que alguien haga mal su trabajo y quede como mal profesional para que otro lo pueda hacer bien. Por favor, no nos dejemos liar por las series de televisión en las que cuatro superdotados son capaces de manejar un hospital completo. En un proceso de donación puede haber más de 100 personas implicadas. En la mayoría de los casos los órganos donados ni siquiera se quedarán en el mismo hospital donde ocurrió el fallecimiento. Resumiendo, repito la clave que desmiente este mito: qué sentido tiene que un equipo médico quede mal para dejar que otros se lleven el mérito.

Si eres rico o famoso te saltas la lista de espera.

1. Existe una legislación y unos protocolos claros y estrictos que determinan el proceso de selección del receptor de un órgano. No podemos considerar de antemano, sin ninguna prueba que lo avale, que la ley va a ser vulnerada.
2. La selección se realiza de forma automatizada, en base a los valores que previamente se han introducido en el sistema informático. Estos valores tienen en cuenta solo datos médicos que determinan la compatibilidad y la urgencia.
3. Conseguir que un trasplante salga adelante no es una cosa sencilla, el principal peligro es el rechazo del órgano por parte del cuerpo. Por eso se busca siempre la máxima compatibilidad posible entre órgano y receptor, esto es lo que puede determinar que algunas personas tengan que esperar poco tiempo y otras pasen años en lista de espera.

Si le late el corazón no puede estar muerto del todo.

Cuando se produce una interrupción del riego sanguíneo, y por consiguiente de oxígeno, al cerebro, las neuronas mueren y desaparecen de forma irreversible todas las funciones cerebrales. Es lo que se conoce como muerte encefálica. En tales circunstancias los órganos, entre ellos el corazón, pueden todavía seguir funcionando gracias a la intervención médica por un tiempo aproximado de 72 horas (esto es lo que hace posible la donación) Sin embargo, no implica que la persona siga viva. Está totalmente demostrado que tras la muerte encefálica no existe ninguna posibilidad de recuperación. El cuerpo no puede vivir sin el cerebro, por eso la muerte encefálica equivale a la muerte de la persona.

Donar va en contra de la religión.

La mayoría de las grandes religiones están a favor de la donación como acto de generosidad del hombre. La iglesia católica ha hecho campaña en varias ocasiones. El judaísmo dice "quien salva una vida contribuye a salvar el mundo" Tampoco en el Islam se encuentra ningún argumento en contra. Tan solo el budismo parece que es contrario debido al tema de como la persona realiza la reencarnación. 
En cualquier caso, antes que decir que no, es mejor que cada cual pregunte a los responsables de su Iglesia.

Si dono no podré tener un sepelio normal.

Los donantes pueden realizar exactamente las mismas ceremonias que cualquier otra persona. La extracción de órganos se realiza de forma respetuosa con el fallecido de modo que los únicos signos visibles son pequeñas cicatrices, como las de cualquier operación, que además quedan debajo de la ropa. Las corneas se extraen como si fueran lentillas, los ojos no sufren ningún daño. 
Por tanto, se puede presentar los respetos al fallecido con el ataúd abierto si la familia lo desea, sin que se aprecie ninguna intervención sobre la persona.

 Cuando las palabras duelen

Por último quiero terminar con algo que no es un mito en contra de la donación pero que algunas personas esgrimen, afortunadamente los menos, como argumento negativo hacia la práctica de los trasplantes. A mí me lo han soltado un par de veces a la cara y, aunque no son muchas, debo decir que duele bastante; es la frase de "para que tú vivas tuvo que morir otra persona"

Verlo así me parece no solo terriblemente simplista, sino que tergiversa completamente la realidad.  El verbo "tener" es el que hace la frase falsa y envenenada. Por supuesto que nadie tiene que morir para que otros vivan; la gente simplemente muere, todos los días mueren personas, da igual lo que se haga con sus órganos. Que una persona no sea donante no reduce sus posibilidades de morir de pronto, ni las aumenta el hecho de serlo. Cuando alguien te dice "una persona tuvo que morir..." es como si te estuviese culpabilizando por ello, como si tú hubieses intervenido directamente en los hechos. 
Hay que tener un poquito de cuidado con la forma de expresarse, porque a veces las palabras también hacen daño.

Para mí esta es la única realidad: alguien murió, desgraciadamente fue así; después esa persona me salvó la vida gracias a la generosidad que manifestaron ella misma en vida y su familia tras el fallecimiento. 

Hazte donante... Regala vida


Fuentes:
  • Organización nacional de trasplantes (ONT)
  • Organización mundial de la salud (OMS)
  • Web Médicos y pacientes. Consejo general de colegios oficiales de médicos.

Comentarios

  1. Excelente post, y con toda la razón del mundo!! Un saludo

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  2. Me encanta la forma tan clara y tan simple en que explicas las cosas, no sólo en este post sino en muchos otros, que cuando terminas de leerlos te quedas con la sensación de saber lo más importante del tema en cuestión, sin dudas.
    Igualmente me gustaría leer algún día un post sobre qué requisitos debe cumplir alguien para ser donante de órganos, que seguro que ayudaría a muchos a terminar de decidirse al ver que los cumple todos.
    Muchas gracias por seguir tan activa con el blog y ofrecernos siempre algo interesante.

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    1. Estupenda idea Gisela. Te prometo que mi próximo post será sobre el tema que propones. Que está muy acorde con este mes que le estoy dedicando a la donación y los trasplantes. Gracias por seguirme y por proponerme ideas.

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