El síndrome de Apnea del Sueño

La palabra apnea viene del griego y significa no (a-) respirar (pnein); por eso el trastorno en el que la persona deja de respirar por momentos durante la fase de sueño se denomina síndrome de apnea del sueño.
Foto de mi aparato de respiración asistida
También se conoce como "Síndrome de apnea-hipoapnea del sueño", haciendo referencia a episodios en los que la respiración no cesa completamente (apnea) pero se produce una disminución significativa del flujo de aire a los pulmones (hipoapnea) En los artículos suele abreviarse como SAS o SAHS.
La mayoría de personas dejan en momentos puntuales de respirar sin que esto pueda considerarse ningún problema, por eso para que se hable de "síndrome de apnea" deben cumplirse dos requisitos:
1.  Que la pausa respiratoria dure un mínimo de 10 segundos.
2.  Que haya al menos 10 pausas por hora.
El índice AHI (apnea-hypopnea index) establece tres niveles de gravedad según el número de pausas respiratorias por hora que se tengan:
  • Leve, de 10 a 20 apneas/hora.
  • Moderado de 20 a 30 a/h.
  • Severo >30 a/h
Tipos
Existen tres tipos de síndrome de apnea del sueño:
  • Apnea Obstructiva (SAOS o SAHOS): es aquella que se produce por obstrucción de las vías respiratorias y es con diferencia la más habitual. Se puede deber a problemas estructurales del aparato respiratorio, posturales (algunas personas solo tienen apneas al dormir boca arriba) o de obesidad, esta última es la principal causa, más del 80% de las personas que padecen apneas obstructivas tienen sobrepeso. Los hombres también son más propensos que las mujeres a padecer apneas del sueño.
  • Apnea Central (SACS o SAHCS): las pausas respiratorias se deben a que el cerebro no envía a los músculos la orden de respirar. Es muy poco común, menos del 10% de los diagnósticos de SAS. Las posibles causas son:
    • Insuficiencia cardiaca conocida como respiración de Cheyne-Stokes.
    • Haber sufrido un accidente cerebrovascular.
    • Un tumor cerebral o una lesión del tronco encefálico.
    • Inflamaciones de la médula.
    • Algunos medicamentos opiáceos.
    • Dormir a gran altitud (ej. los escaladores)
    • Parkinson
    • Idiopática, es decir, de causa desconocida. Este es mi caso, como ya os relaté en la apnea central del sueño y mi experiencia personal.
  • Apnea Mixta: es habitual que cuando se padece largo tiempo apnea central  terminen apareciendo también apneas obstructivas aunque en menor grado.
Síntomas
Los más característicos  son los siguientes:
  • Nocturnos:
    • Despertares frecuentes con sensación de ahogo
    • Ronquidos (en el tipo obstructivo)
    • Insomnio
  • Diurnos:
    • Dolores de cabeza matinales
    • Somnolencia y/o hipersomnia
    • Cansancio
    • Problemas de memoria y/o concentración
    • Cambios de humor con irritabilidad
    • Disfunción sexual
    • Depresión
    • Hipertensión (en más del 40% de los casos)
Por supuesto no tienen porqué darse todos estos síntomas.
Es bastante habitual que la pareja se percate del problema antes que el propio afectado, al darse cuenta de los ronquidos y las pausas al respirar de su compañero/a de cama.

Tratamientos
La forma de enfrentarse al problema de las apneas del sueño depende principalmente de su origen. Si tienen una enfermedad de base, como puede ser un tumor o un problema cardiaco, la clave está lógicamente en tratar esa enfermedad. Si se deben a problemas estructurales y/u obstructivos existe la alternativa de la cirugía o el uso de prótesis de mandíbula que se usan durante la noche y colocan esta en una mejor posición.
Cuando no existen estas opciones se recurre a los aparatos de respiración asistida que introducen aire a presión en los pulmones. Se pueden regular con distintas presiones según las recomendaciones del médico tras la polisomnografía (prueba de la que ya os hablé en el post anterior) Existen tres modelos, conocidos por sus siglas en inglés (CPAP, BPAP y ASV):
  • El CPAP es un aparato que introduce aire a presión de forma continua. Es el primero que se receta por ser el más sencillo (en la foto de portada podéis ver el mío)
  • El BPAP tiene dos niveles de presión diferentes que va alternando para adaptarse a las dos fases de la respiración: inhalación y exhalación.
  • El ASV es el modelo más sofisticado ya que mediante un computador aprende el patrón respiratorio del paciente y se adapta a este.
El aparato se conecta a la corriente eléctrica y una vez en marcha produce el aire a presión que llega a través de un tubo flexible de plástico hasta la mascarilla que porta el paciente.
Es bastante aparatoso y como imaginaréis no es fácil acostumbrarse a dormir con ello, pero es lo que toca si se padece SAS.
 
En casos muy graves (cuando los tratamientos anteriores no funcionan) se implanta en el paciente mediante cirugía un electroestimulador; una especie de marcapasos pero que en vez de controlar los latidos del corazón, controla la respiración a través de la activación del diafragma.

Efectos a largo plazo
Tratar la apnea del sueño es importante ya que puede tener importantes secuelas. Al margen de los trastornos evidentes que produce la falta de sueño reparador (agotamiento, bajo rendimiento, riesgo de accidentes por somnolencia, problemas cognitivos, etc.), las apneas hacen que en el organismo se produzca una caída de los niveles de oxígeno, provocando a su vez  hipertensión y a largo plazo problemas cardiacos.
Por eso si sospechas que puedes estar sufriendo este síndrome, no dejes de consultarlo con tu médico.

Fuentes:
  • www.mayoclinic.com
  • www.medlineplus.gov
  • www.schlafapnoe.com
  • www.resmed.com
  • www.fundaciontorax.org
  • www.iis.es (instituto del sueño)
  • Neumosur, revista de la asociación de neumología del sur

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