Información que salva vidas (concienciando sobre la trombosis)

Mi padre padece la enfermedad tromboembólica venosa  o más fácil ETV, aunque hasta hace un año que sufrió un trombo en una pierna y empezaron a medicarle con anticoagulantes ninguno éramos conscientes de que tuviese una enfermedad. Simplemente era alguien que hace 13 años había sufrido una embolia pulmonar que estuvo a punto de costarle la vida como ya os relaté aquí.


La lentitud en el diagnóstico es lo que casi le cuesta la vida (3 visitas a urgencias) y finalmente, tras el ingreso y la recuperación y un par de años de seguimiento por el médico... fin de la historia.

Así, sin mencionar los riesgos, las señales de alerta, sin instrucciones salvo la de no esté mucho rato sin moverse.
Cuando hace un año a mi padre le empezó a doler una pierna ni pensó que se pudiera tratar de lo mismo, ya que la otra vez lo que tuvo fue dificultad para respirar y un fuerte dolor en el pecho. Creyó simplemente que se habría dado un golpe o tendría un tirón y lo dejó pasar. Pero el dolor aumentaba hasta casi no poder caminar y al día siguiente acudió al ambulatorio y su médico identificó el problema, le trató rápidamente y le envió ingresado al hospital; pero aquel retraso pudo costarle de nuevo la vida, algo que sin duda  no habría ocurrido si los médicos le hubiesen explicado en su momento qué era la enfermedad tromboembólica, le hubiesen hablado de la relación entre la embolia pulmonar y los trombos en las piernas y le hubieran advertido de qué señales no debía ignorar, como por ejemplo un fuerte dolor en una pierna. 
Luego los médicos se quejan de que los pacientes utilicemos al Dr. Google; quizás si mi padre o cualquiera de la familia lo hubiéramos consultado aquella vez, no habría tardado dos días en ir al médico por su dolor de pierna, porque no todos abusamos de las urgencias ni corremos al médico a la primera de cambio. Por eso mismo es importantísimo informar adecuadamente a la gente sobre los riesgos que sufre; porque de lo que se trata es de prevenir la enfermedad no de prevenir crear hipocondriacos. Creo que en demasiadas ocasiones los médicos tienen tanto miedo a que nos preocupemos en exceso, que se quedan cortos en cuanto a información o largos en cuanto a paternalismo (según se mire) Por eso insistí en mi post para #CarnavalSalud de la importancia de que los médicos intenten conocer mejor a los pacientes para ver cuales aportan y cuales restan a su trabajo, en lugar de medir a todos con la misma vara. Por supuesto hay muchos que ya lo hacen, generalmente aquellos que tratan a largo plazo con pacientes crónicos (yo personalmente tengo mucha suerte con mi nefrólogo no solo por su profesionalidad sino también por poseer ese interés)  Pero creo que aún hay mucho que andar en este terreno. 
Y volviendo al tema de la trombosis; el título de este post tiene varios sentidos. Por un lado remarcar, como acabo de hacer, la importancia de que los médicos informen a los pacientes en riesgo, por otro lado la importancia de que la población conozca y se informe sobre un problema que puede ser desencadenante de un infarto, un ictus o una tromboembolia, las tres causas principales de muerte por enfermedad cardiovascular. Y por último, pero no menos necesario, la importancia de que los médicos conozcan mejor un problema, al parecer muy difícil de diagnosticar, que conlleva un alto índice de mortalidad. Porque cuanto más difícil es un diagnóstico y más graves las consecuencias de fallarlo, más información profesional debería exigirse. Los que dirigen y coordinan unidades de urgencias, hospitales y cualquier centro médico deben entender mejor que nadie que la información salva vidas. Quizás unos profesionales mejor informados no habrían enviado a mi padre a casa con una embolia pulmonar.
Y para eso, para que podáis informaros, os dejo una página web que tiene tanto sección para pacientes como para profesionales y que está coordinada por un enorme grupo de médicos especializados: TROMBO.
Yo esta vez no me voy a meter en temas de síntomas, tratamientos, etc. porque ahí lo tenéis todo muy bien explicado. Solo voy a mencionar los factores de riesgo por si os estáis preguntando si esa página será interesante o no para vosotros, que todo no podemos mirarlo ¿verdad?
Factores de riesgo:
  • Periodo de inmovilidad prolongada. Aproximadamente el 60% de los casos de tromboembolia venosa se producen durante o justo después de una hospitalización. Ya os hablé de la importancia de moverse en los viajes de larga duración.
  • Haberse sometido a una intervención quirúrgica.
  • Padecer cáncer y/o someterse a quimioterapia.
  • Antecedentes familiares.
  • Tomar medicamentos con estrógenos. El 80% de las trombosis en mujeres se dan en aquellas que llevan un tratamiento hormonal, por ejemplo las que padecemos menopausia precoz. 
  • Ser mayor de 60 años.
  • Traumatismos severos.
Para terminar os dejo con la iniciativa #trombomove que pretende divulgar la importancia de la actividad física para prevenir la formación de trombos.


 
Es muy sencillo, solo hay que hacerse una foto practicando deporte o caminando y subirla a las redes sociales con el hashtag #trombomove.
Aquí os dejo la mía, sacada durante una de las caminatas en familia que hacemos todos los fines de semana (si la lluvia lo permite)


Domingo de senderismo #Trombomove

Comentarios

  1. Muchas gracias por la información Esther, por varios motivos tengo riesgo y he tenido que insistir mucho para que finalmente me miren la coagulación.
    Estoy muy de acuerdo en que hacen falta campañas de sensibilización en varios temas, sin alarmismos pero son necesarias para hacer un buen uso de las urgencias. Creo que los crónicos (en general) somos tan responsables con ellas que no vamos lo que deberíamos y así vienen luego los sustos.

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    1. Espero que te resulte útil. Estar informado siempre es positivo; yo no creo en el exceso de información, pienso que atesorar conocimiento siempre es algo bueno y, en efecto, una mayor educación sanitaria también repercute en un mejor uso de las urgencias.

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